Objetivo del blog

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El objetivo de este blog es conocer mas sobre la literatura nahuatl.
Asi como reforzar  y aplicar nuestras habilidades sobre como realizar un hipertexto y sus características.

Origenes de esta lengua

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La cultura náhuatl floreció en el Valle del Anáhuac, y dejó a su paso un gran legado de esplendor, traducidas en una multitud de expresiones plásticas, como monumentos arquitectónicos, esculturas, arte plumario, etc.
Los orígenes de esta gran cultura se remontan a Chicomostoc, “Lugar de las siete cuevas”, y hay incluso investigadores que aseguran que sus orígenes se encuentran en el vecino país del norte.
Durante el periodo clásico de esta cultura se añadieron a las expresiones artísticas los códices. Éstos utilizaban la escritura pictográfica (uso de ideogramas que eran vehículos de sus pensamientos), de ahí su dificultad en la interpretación.
 

Territorio de la lengua nahuatl

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Esta es la familia de lenguas indígenas con más hablantes en el México de hoy, más de un millón y medio. El nombre “náhuatl” proviene de una raíz nahua que significa ‘sonido claro’ u ‘orden’.
 Las lenguas náhuatl se conservan hoy en día en muchas partes del territorio tradicional de los grupos náhuatl; estas regiones están indicadas con color verde en el mapa. Incluyen partes del Distrito Federal (Ciudad de México) y de los estados de Durango, México, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz. Aunque no aparece en este mapa, la variante más sureña de esta familia es el pipil, hablado en la República de El Salvador. 
La familia náhuatl es conocida mundialmente por causa de los aztecas o mexicas, quienes vivieron en México-Tenochtitlán (el centro de la actual ciudad de México) en los siglos XV y XVI, y constituyeron la civilización dominante en Mesoamérica hasta la conquista española. Ellos hablaban una variante del náhuatl (el nahuatl clasico), y por lo tanto, a la familia y aun a las otras variantes individuales a veces se les llama "azteca" o "mexicano". Y, por supuesto, el actual país de México recibió su nombre de la ciudad capital de los aztecas, México .

Los aztecas

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Origen mitológico: diversos manuscritos relatan su origen legendario.
Su hábitat atávico, aztlan, se dice que estuvo en algún punto l noroeste de México, quizás en Michoacán. Encontraron en una caverna el ídolo del “ hechicero colibrí “ , Huitz Lopochtli, quien les transmitió consejos de tanto valor que lo hicieron de él su dios trival. Quizás iniciaron su larga migración en compañía de otras tribus de las
cuales se separaron seguidamente. En el transcurso de su peregrinación, se detuvieron
en muchos lugares de la meseta, tales como Tula y Zumpanga. Se evidencia su rastro en Chapultepec, donde vivieron apaciblemente por espacio de una generación; luego, al parecer por su culpa, las guerras los opusieron a sus vecinos y tuvieron para ellos mal fin: la mayor parte se exilió en el estéril páramo de Tizafán, infestado de insectos y serpientes venenosas.
Origen real: al norte de México central vivía un buen numero de tribus guerreras, de cultura mucho mas rudimentaria que la de las tierras altas, desde el siglo XIII de nuestra era, comenzaron a pugriar por ocupar tierras en las altiplanicies. En general, se los denominaba Chichimecas y casi todas hablaban la lengua mahuatl, como los alcohuas o los tepanecas. Entre ellos se destacaban los aztecas. 

creencias

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Los Sacrificios
Un elemento fundamental en el culto religioso eran los sacrificios humanos, que para los Aztecas eran una especie de compensación o pago que los hombres daban a los dioses. Huitzilopochtli y todas las demás deidades, recibían su parte en la vida del pueblo:
"Como dios que es, desdeña los alimentos groseros de los hombres y solo puede mantenerse con la vida misma, la substancia mágica que se encuentra en la sangre del hombre. Así, la guerra, la conquista y el sometimiento de otros pueblos, tenían motivos económicos y políticos, pero también razones religiosas de búsqueda de prisioneros para su Inmolación".
El sacrificio más común consistía en arrancar el corazón a la víctima, ofreciéndolo enseguida al Dios, para ello, cuatro Sacerdotes sujetaban al sacrificado, que colocado sobre una piedra (llamada Techcath) por sus extremidades, y un quinto Sacerdote ejecutaba la operación con un cuchillo de pedernal, con el que le daba un golpe en el pecho para arrancarle el Corazón; que era después, ofrecido a los dioses. La sangre era dada a gustar a los Idolos, la carne, tenida por divina, era comida y el corazón era depositado en un recipiente llamado: Cuauxicalli

Filosofia

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Las concepciones de los aztecas, relativas al Universo reflejaban sus gustos trágicos y su inclinación a los sacrificios y prácticas sangrientas. La creación del Mundo había empezado por el sacrificio voluntario del dios Nanahutzin (dios de la sífilis, como Amimitl lo era de la disentería), que se arrojó a una hoguera. Quetzalcoatl había sacrificado a su hijo, que tras ello tornóse en Sol. Cuatro edades o soles se habían sucedido, cada una de ellas terminaba por un cataclismo. Al final de la primera los hombres habían sido destruidos por los jaguares. La segunda, por el viento. La tercera acabó mediante una lluvia de fuego. La cuarta, en diluvio.
Nuestra Era, colocada bajo el signo de Nahui Ollín (Cuatro Movimientos), perecerá mediante temblores de tierra. Los primeros sacrificios los habían hecho los dioses para alimentar al Sol con sangre de corazón.
El mundo subterráneo comprendía nueve pisos; los cielos, trece, superpuestos. En fin, práctica esencial en la religión de los aztecas era, como ya he indicado varias veces, los sacrificios humanos, costumbre que fue en aumento a medida que la civilización progresaba. Esto, la abundancia de dioses y su complicado ritual dio nacimiento a un cuerpo sacerdotal muy numeroso, a cuya cabeza estaban dos grandes sacerdotes, que llevaban el nombre de Quetzalcóatl. A sus órdenes se escalonaban una jerarquía complicada y una escuela encargada de la formación de novicios. Había, además, brujos y magos que, mediante remuneración, predecían el porvenir, curaban las enfermedades y hacían otros servicios análogos. 

Caracteristicas

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Ciudades: Tenochtitlán. Las ciudades nahuas tenían una elaborada planeación urbana, con funcionarios encargados de mantener las calles rectas y ordenadas, tenían servicios de recolección de desperdicios y de excrementos.
Baños: Las casas de las clases altas aztecas tenían agua y baños interiores. Se reporta que el palacio de Moctezuma tenía más de 100 habitaciones, todos con baño privado.
Esclavos: La esclavitud azteca era poco rígida. Los hijos de esclavos eran libres. Un esclavo podía ser declarado libre si él o ella tenían hijos con su amo(a) o si eran maltratados. Una persona podía ser declarada esclava, si trataba de evitar la huida de un esclavo.
Educación: La educación era obligatoria. Había una escuela para el pueblo, y una para los nobles. Si tenían talento, podían ser escogidos para la casa de la música o seleccionados para jugador de pelota.
Ruedas: No usaban la rueda para el trabajo o la guerra. Sin embargo, se usaban para juguetes de los niños, los bienes se transportaban por personas, no había animales que sirviesen para transporte.
Hierro: Conocen el hierro, pero no el acero, por lo que el hierro era raramente usado, pues por sí solo el hierro es inferior a las aleaciones de bronce. Las espadas eran de madera con afiladas hojas de obsidiana (capaces de degollar un caballo)
Dinero: No usaban monedas como dinero. A veces, usaban cacao como monedas.
Escritura: La escritura azteca era principalmente pictográfica, con variantes jeroglíficas y fonéticas. Sin embargo, era muy común de aprender textos (por ejemplo, poemas) de memoria.

El matrimonio

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En la sociedad Azteca la formación de la Familia estaba formada primero por el matrimonio en el cual el Varón solo podía tener una esposa, que era la legitima y era llamada Cihuatlantli, con quien se casaba con todo el ritual correspondiente, pero podía tener tantas Concubinas como pudiera sostener, esto quiere decir que tantas como pudiera mantener; pero con estas no se realizaba el ritual matrimonial. Se dice que Moctezuma II tenia 150 Concubinas, lo que producía que los Señores y altos Jefes tuvieran muchas concubinas y cuando un Indio común se quería casar, apenas encontraba mujer, había poco de donde escoger. La edad ordinaria para contraer matrimonio era entre los 20 y los 22 años mas o menos, no podía casarse padres con hijos, ni padrastros y enteados, ni hermanos entre sí. Para casarse el joven necesitaba el permiso de sus maestros del Calmecac o del Telpochcalli, esto se obtenía cuando los padres ofrecían un Banquete de acuerdo a sus recursos. Mas tarde, los padres del novio se dirigiera a los padres de la novia a través de unas Ancianas, quienes llevaban la petición. Era la costumbre que la primera vez se negara la petición, y más tarde se contestaba con la aceptación o la negativa formal. Pero entre los Plebeyos se hacia mas frecuente la unión libre, y después de tener los recursos adecuados; se efectuaba la ceremonia. 

El juego de pelota tlachtli

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El juego de pelota, tlachtlí, se jugaba en un patio que tenia forma de "H" acostada. A ambos lados del travesaño de la H se extendían los muros y en el medio de cada uno se insertaba verticalmente un anillo de piedra o de madera, a diferencia de la posición horizontal del aro en el juego del baloncesto que hoy conocemos. Los jugadores trataban de pasar a través de este anillo una pelota de hule macizo, a la cual sólo le podían pegar con los codos, las caderas o las piernas. Debe de haber habido otros métodos de señalar los puntos además del antes mencionado, pues éstos, naturalmente, raras veces se lograban; tan es así que cuando tal sucedía los jugadores y sus partidarios tenían el derecho de despojar de sus ropas a los contrarios.
Este deporte se jugaba por todas partes, pues se han encontrado lugares donde se practicaba desde la república de Honduras hasta el sudeste de Arizona; y tiene un interés especial para todos nosotros por que la primera descripción del hule, tan importante en nuestra economía moderna, fue hecha cuando Oviedo escribió en el siglo XVI acerca del juego y de la pelota que se empleaba en sus practicas.  

Literatura nahuatl

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Durante el periodo clásico de esta cultura se añadieron a las expresiones artísticas los códices. Éstos utilizaban la escritura pictográfica (uso de ideogramas que eran vehículos de sus pensamientos), de ahí su dificultad en la interpretación.
Existen varias fuentes de donde provienen los textos de esta literatura: Varios códices prehispánicos, muchas copias que datan del siglo XVI de códices prehispánicos ahora desaparecidos, y un gran conjunto de himnos rituales y poemas que fueron traducidos por nativos bilingües, o recogidos por religiosos ayudados por indígenas.
Una característica muy importante y relevante de esta cultura es que fue sumamente religiosa. Sentían que eran el pueblo elegido para mantener con vida a los dioses por medio de la sangre humana, y de ahí su única aspiración de rendirles culto. Por ello es que dejaron a su paso maravillosos templos y miles de esculturas que combinaban la belleza y el dramatismo.
Estos textos rebozaban de cantares e himnos profundamente religiosos y llenos de simbolismos, que a su vez, se sumaban la danza y ritos religiosos. Claro que también existían grandes textos relacionados con poesía, canto y alabanza.

tipos de corrientes literarios

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Existían dos tipos de corrientes literarias: Cuitatl (cantos y poemas) y Tlatolli (relatos y discursos).
Las creaciones poéticas, a su vez, daban lugar a muchas otras variantes, tales como:
Los cuícatl (“Que del interior del cielo vienen”), que a su vez se subdividían en:
  Teocuícatl - Cantos de los dioses; materia principal del calmecac; ce carácter mítico.
  Tepoxcuicatl - Cuantos que requerían acompañamiento musical; tenían temas guerreros.
  Yaocuicatl - Enaltecían las hazañas guerreras; involucraban a los caballeros águilas y tigres.
  Xochicuicatl - Cantos de flores.
  Xopancuicatl - Cantos de primavera.
  Inocuícatl - Cantos filosóficos, tristes.
Los tlatolli comprendían todo lo que no fuera inspiración poética, si no que fueran fruto de la invención y la experiencia. Éstas también se dividían en:
  Huehuetlatolli - Palabras o discursos de los ancianos, que reflejan el lenguaje de la nobleza.
  Teutlatolli - Disertaciones divinas.
  Ye vecahu tlatolli - Versión nativa de la historia.
  Tlamachilliztlatal-Azanuilli Leyendas y narraciones.
  In tonalli itlatlatolli - Sobre los destinos.
  Nahuallallatalli - Conjuras pronunciadas por magos y brujas.
La mayoría de estas producciones fueron recogidas en tres importantes centros culturales: Tenochtitlan, Tlazcala y Tezcoco
 

Poesia epica

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Las primeras manifestaciones literarias de un pueblo están siempre
dentro de la épica, poesía que lleva consigo la narración objetiva de algún hecho. Éstas tuvieron autores tales como Quetzalcóatl, Ixtlixóchitl, Nezahualcóyotl, Moctezuma Ilhuicamina y Moctezuma Xocoyotzin. Otros se referían a mitos sagrados o leyendas.
La poesía se bailaba y se cantaba, y estaba estrechamente ligada con el arte dramático.
Por su trascendencia, cabe mencionar el poema de la fundación de Tenochtitlan en 1325

Poesia lirica

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Esta rama de la poesía floreció con gran abundancia. Lo subjetivo se manifestó a través de onomatopeyas, disfrasismos y paralelismos. Se reviste de magia, sortilegios y ornamentos multicolores. Esta poesía es en su totalidad casi anónima. Poseen una estructura rítmica especial; su verso es irregular, y el poeta vuelca en ella lo íntimo de su pensamiento. Una característica importante es la repetición, y se encuentran frecuentemente en los himnos rituales, aunque también en la poesía épica.
Un procedimiento muy empleado también fue el disfrasismo, de un profundo contenido poético y de verdad, así como el paralelismo, y el uso de “colores” (creación indígena que oscila entre el plano musical, mágico, filosófico y poético).
Los recursos literarios abundan en la poesía indígena, tales como las metáforas, comparaciones y epítetos, todos ellos inundados por la vegetación del Valle del Anáhuac.
La poesía fue sumamente religiosa. Existían dos temas básicos: Religioso - filosófico y Metafísico. Destacó en este campo el rey poeta Nezahualcóyotl. Su poesía es tersa, serena y de gran hondura filosófica. Los temas de sus poemas se centran alrededor de la esencia y la existencia, la inestabilidad de la raza humana, la vanidad del mundo y la caducidad de las cosas.
La poesía náhuatl gira en torno de la presencia de dios en todas partes, de su invocación, búsqueda y procuración por estar cerca de él, así como los temas de la vida, la muerte, el gozo de vivir, la vida en el más allá, la guerra, y finalmente el poeta y la poesía, en donde el poeta se alude a sí mismo y a su producción.
No es posible comparar la poesía lírica náhuatl con la de otros pueblos, ya que el nahua no tiene límites, ya sea porque hable de la vida, el fuego, el valor, o ya bien del sacrificio, la meditación, la filosofía y la serenidad. Además, su carácter religioso, su posición ante la trascendencia y su entrega ante lo sobrehumano, no nos deja de impactar.
Creo que la literatura náhuatl no tiene comparación alguna, ya que es un complicado tejido entre lo sumamente religioso, lo mítico y la naturaleza, que difícilmente se llega a lograr.
Es interesante observar como para nuestros antepasados la vida era algo sumamente hermoso, y que todo ello se debía sólo a un ser supremo, y además se le honraba en todo momento.
 

Referencias

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L. López Luján (Escuela Nacional de Antropología e Historia, México), "Los Mexica, últimos señores de Mesoamérica", en Gran Enciclopedia de España y América, vol. 1, Espasa-Calpe/Argantonio, Madrid, 1983, pp. 170-188.
M. Lucena et al., "Los aztecas", en Historia de Iberoamérica, vol. 1, Cátedra, Madrid, 1987. J. L. Rojas, Los aztecas. Entre el dios de la lluvia y el de la Guerra, Anaya, Madrid, 1988.
J. L. Rojas, Los aztecas, Col. "Biblioteca iberoamericana", Anaya, Madrid, 1988.M. Ballesteros et. al., Los aztecas, Cuadernos de Historia 16, num. 27, Madrid, 1985. T. Castello, Presencia de la comida prehispánica, Banamex, México, 1986.
G. W. Conrad, Religión e imperio. Dinámica del expansionismo azteca e inca , Alianza, Madrid, 1988.
F. Díaz Infante, La educación de los aztecas, Panorama editorial S.A., México, 1985.
A. López Austín, Tarascos y mexicas, SEP/80 y Fondo de Cultura Económica, México, 1981.
M. Lucena et al., Los aztecas en la Historia de Iberoamérica, vol. 1, Cátedra, Madrid, 1987.
M. Lucena, La América precolombina, Col. "Biblioteca básica de Historia", Anaya, Madrid, 1989.
M. Lucena, Así vivían los aztecas, Anaya, Madrid, 1992.
E. Matos, Vida y muerte en el Templo Mayor, Océano, México, 1986.